Reforma Sanitaria en México: Impacto y Perspectivas Futuras

ESTRATEGIAS

Jaibo

2/16/20249 min read

Hace ya algunos días que salió en las noticias, y sonó fuertemente en todos los medios nacionales (México), el paquete de reformas que el presidente Andrés Manuel López Obrador envío al Congreso con motivo -o así lo percibí yo- de continuar con su transformación.

Más allá de los juicios que se puedan realizar, que en ellos no entraré, quisiera enfocarme en una que me compete (aunque se podría desarrollar el argumento de que, como mexicano, todas debieran ser de mi competencia o por lo menos, interés), y es el de la propuesta de reforma al sistema sanitario. ¿Será que por fin tendremos ese sistema de salud finlandés que tanto se nos prometió?

De entrada quisiera comenzar reconociéndome como un aficionado en todo lo relacionado con temas ‘políticos’, ignorante de temas económicos que sean del índole del Estado. Todo lo que aquí escriba viene desde mi conocimiento, limitado seguramente, del sistema de salud mexicano, mis lecturas y las consultas que he realizado a publicaciones que sobre la materia (del paquete de reformas constitucionales) se ha venido publicado por organismos e instituciones que he percibido como expertos.

Quisiera comenzar primeramente contextualizando este “paquete de reformas”. Con poco menos de 8 meses que le resta al sexenio del presidente López Obrador, presentó 20 reforma. Siendo 18 de estas reformas son de carácter constitucional y 2 legales. Estas propuestas de reforma son:

  1. Reconocer a los pueblos y comunidades indígenas y a los pueblos afroamericanos como sujetos de derecho público.

  2. Reafirmar el derecho a la pensión de adultos mayores a partir de los 65 años y aumentar el monto año con año (aplicando a personas con discapacidad).

  3. Otorgar becas a estudiantes de familias en situación de pobreza en todos los niveles de escolaridad.

  4. Atención médica universal y gratuita.

  5. Que los trabajadores y sus familias puedan ser dueños de sus viviendas.

  6. Prohibición del maltrato animal.

  7. El no otorgar concesiones para minería a cielo abierto y prohibir el fracking para la extracción de hidrocarburos.

  8. Hacer respetar las zonas con escasez de agua y sólo autorizar en ellas concesiones para uso doméstico.

  9. La prohibición del comercio de los vapeadores y de drogas químicas como el fentanilo, penalizar con severidad el delito de extorsión y hacer lo mismo con el delito fiscal ejercido por la delincuencia de cuello blanco mediante el uso de las llamadas factureras.

  10. Asegurar el aumento al salario mínimo sea mayor que la inflación. (redacción original: “No permitir, bajo ninguna circunstancia, que el aumento al salario mínimo sea menor a la inflación anual”.)

  11. El salario mínimo para maestros de educación básica de tiempo completo, policías, guardias nacionales, soldados, marinos, médicos y enfermeras, no podrá ser menor a lo que perciben en promedio los trabajadores inscritos al Seguro Social (IMSS).

  12. Revertir las reformas realizadas al sistema de pensiones, tanto la aprobada durante el gobierno de Ernesto Zedillo en 1997 como la del 2007 por Felipe Calderón, pues afecta injustamente a los trabajadores del Seguro Social y del ISSSTE, al impedirles jubilarse con el 100 por ciento de su salario.

  13. Garantizar a los mexicanos el derecho a la educación y al trabajo.

  14. Mejorar las condiciones de los campesinos a través de un jornal justo y permanente.

  15. Utilizar para trenes de pasajeros los 18,000 km de vías ferreas concesionadas y destinadas al transporte de carga.

  16. Nueva iniciativa de reforma electoral.

  17. Que los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial sean electos de manera directa por los ciudadanos.

  18. Traspasar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional.

  19. Modificar la redacción del artículo 127 constitucional para incluir el principio de que ningún servidor público, de cualquiera de los tres poderes, pueda ganar más de lo que legalmente perciba el presidente de la República.

  20. La eliminación de dependencias y organismo “onerosos” y autónomos.

Rapidamente

La propuesta señalada en el numeral 9 y que marcado en “negritas”, lo he hecho porque me parece compete al tema sanitario (solo esa oración). Personalmente considero que el Estado no debe de tener injerencia en lo que cada persona decide poner en su cuerpo (caso específico de los vapeadores).

En segundo punto, sería importante ir al detalle de la propuesta y discusión, pues prohibir el fentanilo en términos generales, incluiría (como yo lo entiendo) la prohibición del fentanilo que se usa en ambientes médicos-hospitalarios.

Salud Universal

En muchas ocasiones a lo largo de este boletín he venido escribiendo en relación con el acceso universal a la salud. No solamente a nivel personal sino que también ha sido una temática que se ha trabajado y discutido de forma recurrente en la FIETS™.

El acceso a la salud es uno de los pilares más importantes para el progreso social que existen. Me parece que en eso no hay ninguna duda ni discusión. Si bien es cierto que no es el único, una sociedad que tiene cubierta todas sus necesidades sanitarias, podrá desarrollarse de una forma mucho más integral.

En 2022 y de acuerdo a datos publicados por el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), el porcentaje de la población en situación de pobreza fue de 36.5%, una disminución con respecto a 2018. Sin embargo, 50.4 millones de personas no tenían acceso a servicios de salud.

Se destaco en dicho informe (2022), que la población vulnerable por carencias sociales se registró en 29.4% de la población. Con un incremento en la población sin acceso a servicios de salud, que aumento de 15.6% (18.8 millones) en 2016, a 39.1% (50.4 millones) en 2022. Representando un incremento de 31.6 millones de personas (más) sin acceso a servicios de salud.

Artículo Cuarto Constitucional

Para entender lo que se busca con la reforma. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) señala en su artículo cuarto lo siguiente:

"La mujer y el hombre son iguales ante la ley. Ésta protegerá la organización y el desarrollo de la familia.

Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos.

Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará.

Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. La Ley definirá un sistema de salud para el bienestar, con el fin de garantizar la extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud para la atención integral y gratuita de las personas que no cuenten con seguridad social.

Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley.

[…]"

No he querido escribir el texto completo del artículo por cuestiones de longitud del presente número, pero puedes consultarlo aquí.

Reforma Constitucional para la Salud

Habiendo leído el artículo cuarto, podemos ahora sí (espero), entender mejor lo que se está proponiendo. En términos simples y llanos, es la modificación al párrafo cuarto de dicho artículo. Para que, una vez aprobada la reforma, pase a quedar de la siguiente manera (solamente el párrafo cuarto):

Realmente el cambio está en la adición de una oración.

"…

Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud. El Estado garantizará atención médica integral, universal y gratuita, incluyendo estudio médicos, intervenciones quirúrgicas y los medicamentos necesarios para garantizar este derecho. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. La Ley definirá un sistema de salud para el bienestar, con el fin de garantizar la extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud para la atención integral y gratuita de las personas que no cuentan con seguridad social.

…"

Mis opiniones y consideraciones … Personales

Personalmente y más allá del color con el cual llego el presidente a ocupar su puesto en el ejecutivo, estoy completamente a favor de que la salud sea un derecho universal garantizado por el Estado. Junto a la educación laica, gratuita y obligatoria; la salud desde mi perspectiva es la mejor forma de eliminar las brechas sociales de forma permanente, y con miras al largo plazo.

Habiendo dicho lo anterior, quiero enlistar algunos puntos que me quedan sin resolver:

  • La oración que pretenden añadir me sigue pareciendo ambigua. Realmente me parece que se queda tibia en cuanto a la búsqueda de una verdadera Cobertura Universal. Personalmente me habría gustado leer “[…] El Estado garantizará a toda Persona atención médica integral, universal y gratuita, incluyendo estudios médicos, intervenciones quirúrgicas y los medicamentos necesarios para garantizar este derecho. […]”. Esto porque ya sabemos que “las leyes son interpretativas y pues, sin ser jurista, leyendo solamente ese párrafo se podría intuir que el beneficio solo irá hacía un sector de la población.

  • Me resulta interesante que no se hubiera contemplado antes. Ya en este mismo sexenio se había modificado el párrafo cuarto del mismo artículo. Específicamente fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 8 de mayo del 2020.

El “Qué” sin los “Cómos”

Esto para mí no es nuevo. En todos los gobiernos del que tengo memoria consciente sobre cuestiones de índole público -que realmente iría desde Peña Nieto-, jamás se ha establecido el cómo se pretende brindar beneficio alguno.

En lo relativo con este tema, no encontré en la Iniciativa con Proyecto de Decreto apartado alguno en el que se mencione una sola fuente de financiamiento. Si bien la cobertura universal es algo por lo que considero que todos debemos de luchar, es un derecho que tiene un costo para el erario (y que vaya que es significativo).

Leo esta propuesta de reforma en el contexto actual, donde la planeación de egresos del año es una de las más altas de la historia y en la cual, dicho sea de paso, no se consideran aumentos significativos al rubro de salud. De ahí que personalmente considere que como ya me he venido acostumbrando, se trate de una propuesta vacía y sin fundamentos, que no podrá ser llevada a la práctica.

Aunque este punto podría venir detallado en otros documentos, o en discusiones posteriores, me parece que algo de tanta importancia, debería de ser presentado de forma mucho más integral. También está el tema de la salud preventiva. Desearía que el Estado mexicano volteara a ver este rubro y entendiera que, con los programas y las inversiones adecuadas, en el mediano y largo plazo los ahorros por concepto de tratamientos de enfermedades prevenibles serían más que significativos.

Pero igual, considero que es trabajo de todos los ciudadanos el voltear a ver estas iniciativas, y exigir a nuestros representantes que se tomen las medidas apropiadas.

Me despido no sin antes agradecerte (si has llegado hasta este punto) primeramente y preguntarte, ¿cómo ves esta y otras reformas presentadas en el paquete, por parte del presidente de la República?, ¿cuáles son tus opiniones?, ¿crees que algún día lleguemos a la cobertura universal de salud como derecho constitucional, de una forma realista?

Qué se Podría Hacer

Creo que sería muy aventurado a proponer una solución, quizá hasta irresponsable, sin antes aclarar y reiterar mi completa ignorancia en relación a temas de gobernanza. Pero desde la perspectiva de este ciudadano que aquí te escribe, esto es lo que yo considero se podría hacer.

La salud es un tema clave y estructural, en este sentido ya lo he dicho y repetido anteriormente, y el acceso universal a sus servicios, no se va a dar por mandato divido ni porque se escribe en la Constitución.

Primeramente, una reforma al sistema sanitario mexicano sería conducente. Atender de raíz las causas de saturación que el día de hoy afectan a institutos de salud pública, desde la Secretaría de Salud, hasta el IMSS y el ISSSTE (entre otros). No se trata de desmantelar, se trata de comenzar a sentar las bases de lo que será, la principal infraestructura que brinde atención sanitaria a la totalidad de la población de México.

Como segundo punto, y honestamente sí solamente una de mis ideas se tomara en consideración, desearía que fuese esta; sería la estructuración y lanzamiento de un programa nacional e integral de salud preventiva. No habrá recursos, ni económicos, humanos o tecnológicos que alcancen, si no comenzamos a ver la “preservación de la salud” como elemento prioritario. Tratar y curar, siempre será más caro que prevenir y mantener.

Como tercer punto, y quizá el que llegaría a ser menos popular, una reforma integral al sistema tributario. La salud es un derecho universal, pero aún el capitalismo más reacio podrá entender que, una persona “sana” y con un estado de salud óptimo, será mucho más productiva que aquella que, por la razón que fuere, se encuentra atravesando por un problema de salud.

La Realidad de las Cosas

Estos tres puntos que propongo, y que realmente surgen de escuchar y leer a personas con mucho mas entendimiento que yo en estos temas, no servirán de nada sin la ejecución.

No habrá reforma que funcione, ni Constitución que satisfaga las necesidades de su población, si no se ejecuta de forma correcta todo lo que se planea y legisla. Es importante y aquí un llamado desde mi trinchera, a que como sociedad e individuos, seamos exigentes y observadores de nuestros políticos.

México posee una democracia representativa. Nuestros representantes deben ser supervisados y, más allá de los órganos e instituciones que en este país existan, no hay ni habrá mayor poder de supervisión, monitoreo y control, que el de los propios ciudadanos cuando cumplimos con nuestros deberes como mexicanos.

Igual, esto es solo una reflexión de índole personal.